Sobre libro: Cómo habla Dios?
¿Y cómo habla Dios? Las palabras son de los últimos recursos empleados, porque la mente sirve para hacer elecciones, pero le queda faltando para el tema de la convicción. Siendo que la ciencia busca determinar magnitudes y predictibilidad, establecer correlaciones, buscar aplicaciones prácticas, comunicar todo esto en un lenguaje especial, la correlación tradicional de la ciencia con tecnología y control hace bastante espinoso por decirlo benévolamente el tema propuesto.
Hubo una pregunta formulada por Collins en la página 266: ¿empieza la vida humana en el momento de la concepción?(fecundación) que se quedó sin respuesta en términos de sí o no. Porque un cigoto en desarrollo desemboca en un ser humano….. Un punto interesante, las llamadas células madre: hay varias clases, las embrionarias, las de la médula ósea, las del tejido conectivo; las embrionarias, presentes en un cigoto, contienen el potencial de desarrollo para generar un ser humano. Se critica a la ciencia presente de investigación genética, de investigación en células madre embrionarias, con toda razón, justamente por el argumento anterior, porque se estaría literalmente, eliminando una vida. Esto forma parte del debate candente en diferentes esferas, como la de salud pública, política y ética. Porque por ejemplo, la inseminación artificial no suele generar un solo embrión, sino varios……. se implantan uno o dos y los demás quedan en un limbo…. se propone hacer investigación con estos….. La bioética tiene como faros de evaluación 4 temas: autonomía, beneficencia, no hacer daño y justicia. ¿Por qué es interesante de leer? Muestra que de fondo, el método científico refiere que entre más se conocen elementos de la naturaleza, sea del macrocosmos o del microcosmos, la existencia depende de un conjunto de unas 15 leyes naturales, donde la ausencia de alguna, no hubiera hecho posible el cosmos que conocemos. Es decir, el reloj hace necesario un relojero, como lo propusiera en su momento el pensador inglés decimonónico William Paley, o yendo un poco más atrás en el tiempo, el orden de la creación requiere un Supremo Ordenador, como lo propusiera Tomás de Aquino en sus cinco vías de la razón.
