6. Paralelismos entre mecánica cuántica y conciencia


6. Paralelismos entre mecánica cuántica y conciencia


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El enfoque cuántico

Dados estos elementos sobre la mecánica cuántica en relación al planteamiento de que la última sustancia de la materia es la energía 1, de como el observador no es diferente del suceso porque el objeto medido no es separable completamente del experimentador, surge el nuevo paradigma, la nueva pauta de enfocar el modo de conocimiento, en el cual no hay división entre ondas y partículas, entre los cuantos y los campos, entre mente y cuerpo, entre lo mental y lo material, y que es aplicable a la conciencia, entendida esta como investigadora e interpretadora del mundo externo a nosotros.
    Hay que tener en cuenta que las leyes estadísticas se aplican a la dinámica de partículas, la mecánica estadística, la termodinámica, así como la sociedad y la historia, en las que varias categorías de determinación contribuyen a producir cada suceso real y determinan la flexibilidad para establecer conexiones causales, por la pluralidad de causas y de efectos.
    La probabilidad no es una medida de la ignorancia de los sujetos cognoscentes, sino una cierta tendencia objetiva de los acontecimientos 2.

En el nivel más primario que seamos capaces de imaginar, el universo es paradójicamente global e indiferenciado, con una unidad lógica que requiere una única invariancia que permanezca invariable frente a toda la complejidad y transitoriedad que observamos en la cotidianidad y de cuyas características de alguna forma surge la realidad de nuestra experiencia con unas características semejantes.

La mecánica cuántica ofrece una realidad más rica porque parte de las descripciones de la esfera atómica y al extenderse en distancias macroscópicas nos lleva a una realidad vinculada con la mente. Las ideas de la mecánica cuántica son muy sugestivas en cuanto la realidad sea un proceso de la mente, porque la existencia de los «estados cuánticos» explican diversos fenómenos en la naturaleza, desde las propiedades específicas de los elementos químicos, pasando por la estructura de las moléculas y la existencia de la vida. La mecánica cuántica ha explicado con éxito todo, desde las partículas subatómicas hasta los fenómenos estelares. No ha habido una teoría con mayor éxito.

Realidad física de los estados cuánticos

    No hay que perder de vista el hecho que la realidad de los «estados cuánticos» es diferente de la realidad que se adscribiría a un sistema de partículas ordinarias y que tales «estados cuánticos» son realidades físicas, aunque no puedan ser descritos con los conceptos de la física clásica 3.
    Sin embargo, algunas algunas veces observamos como las cosas evolucionan de de mal a peor, como cuando una taza se rompe en fragmentos, pero no vemos recomponerse una taza a partir de los fragmentos: la segunda ley de la termodinámicadice que la entropía de un sistema fìsico cerrado no disminuye (es decir no tiende hacia el orden) con el paso del tiempo: la existencia en la práctica de un mayor número de formas de pasar del orden al desorden que del desorden al orden, origina una mayor probabilidad de ocurrencia de las condiciones típicas en las que el desorden se sigue con mayor facilidad con lo cual surge una “ilusión” de una ley de la naturaleza que produce desorden. Sin embargo, en un nivel fundamental, estas leyes poseen simetría temporal, según lo cual admitirían la inversión temporal de cualquier secuencia de acontecimientos permitida4.
    Y aunque se ha afirmado que el vincular las ideas de la mecánica cuántica con la realidad podría traer los peligros de una sobresimplificación epistemológica 5, que la realidad cuántica no tiene nada que ver con el mundo real de los procesos macroscópico y a que el nivel cuántico es tan microscópico que sus interacciones pueden ignorarse para todos los fines prácticos en el mundo macroscópico 6, al retomar el pensamiento de Heisenberg sobre la moderna física atómica «como un mero eslabón en la cadena infinita de los diálogos entre el hombre y la naturaleza», no se puede ignorar la gran cantidad de hechos divergentes existentes en la comunidad de físicos atómicos al buscar los fundamentos de la mecánica cuántica y la realidad. Además no se puede desconocer el hecho existe un tipo de descripición matemática de la naturaleza que hemos llegado a amar y conocer, al decir de John Barrow, como lo es el las llamadas ecuaciones causales con condiciones de partida, lo cual es una aproximación a la verdadera naturaleza de las cosas.
    Una cuestión paradójica en la mecánica cuántica surgió cuando Heisenbergrelaciona el principio de incertidumbre con el problema filosófico del libre albedrío y considera que aquellos mecanismos del cerebro que son explicables por la mecánica cuántica, son de tipo no determinista, y por tanto, homologables a mecanismos físicos relacionados con un libre albedrío individual 7. ¿Y por qué es homologable la incertidumbre de una partícula con el libre albedrío? ¿No parece haber aquí un contrasentido en pretender explicar una jararquía superior como la conductual a partir de una menor como lo es la de los átomos? ¿No estaremos frente a los peligros implícitos de la sobresimplificación epistemológica?
    Una de las divergencias planteadas para vincular la conciencia con los conceptos de la mecánica cuántica proviene del hecho que cuando los físicos teóricos hablan de las partículas subatómicas, de las ondas y de los campos, se refieren a que de algún modo están mezclados los unos con los otros, pero sin explicar en términos categoriales la interacción de la materia inerte con el nivel biológico, ni la interacción de este con el nivel mental y así sucesivamente.
Otros autores como el físico David Bohm, consideran que la física ha descubierto la «interpenetración unidimensional de su propio nivel«, que no puede asemejarse con el «fenómeno de interpenetracion multidimensional con no equivalencia» descrita en el marco conceptual de la «gran cadena del ser en la cual están descritos los niveles de conciencia 8. No obstante, la respuesta parece estar en el reino de las vesículas sinápticas y los llamados “potenciales de onda lenta” que son cuestiones por el momento, del dominio de los neurofisiólogos.
Sinapsis y rejilla sináptica
Si recordamos que la sinapsis es un espacio real entre dos neuronas cuyas dimensiones son de aproximadamente 200 a 300 armstrong(nanómetros), estas dimensiones ya entran en la consideración de la física cuántica.
    Sir Arthur Eddington creía que el principio de incertidumbre era aplicable a un objeto de este tamaño, tras calcular que la incertidumbre de la posición de tal objeto puede ser de 50 armstrong en un milisegundo procedió a afirmar que la mente ejerce una influencia sobre el cuerpo modificando la configuración de sucesos en el cerebro e influyendo causalmente sobre la probabilidad de que dichos procesos se produzcan.
    Por su parte, Sir John Eccles demostró que la vesícula es una estructura de aproximadamente 400 nanómetros, con lo cual, en la zona de la sinapsis están ocurriendo constantemente cambios graduales de bajo potencial que crecen y disminuyen continuamente en estas zonas especializadas de comunicación neuronal. Además, estos potenciales pueden ser influenciados por cantidades infinitesimales de energía en el orden de los acontecimientos cuánticos. con lo cual, de acuerdo a las mediciones de Eddington y los hallazgos de Eccles, tal distancia de 50 nanómetros ofrezca como característica destacada la posibilidad de ser el orden de magnitud donde la conciencia tal vez interactúe con los mecanismos neurofisiológicos del cerebro dentro de los límites permitidos con la incertidumbre. Lo cual dicho de otra forma, es que el rango de distancia de 50 nanómetros  puede ser la medida del libre albedrío o la influencia mental. Es pertinente retomar a Eccles cuando afirma que:
“(…) es por lo tanto posible que el campo permitido de comportamiento de una vesícula sináptica, sea adecuado para permitir la operación efectiva de las influencias mentales sobre la corteza cerebral activa (…)”

argumento que es complementario con los citados por Sheldrake cuando trata sobre el indeterminismo físico en los seres vivos y cita a Eccles cuando expone ideas comparables a las de Arthur Eddington,

 “la hipótesis neurofisiológica es que la ‘voluntad’ -las comillas son suyas- modifica la actividad espacio-temporal de la red neuronal ejerciendo ‘campos de influencia’ -ibíd- espacio-temporales eficaces a través de esta única función detectora del córtex cerebral activo. Debe advertirse que la ‘voluntad’ o ‘influencia mental’ -ibíd- tiene algún carácter que responde a un patrón espacio-temporal y le permite demostrar esta eficacia operativa” 9. 
El comportamiento de esta vesícula sináptica probablemente se haga de acuerdo a las leyes estadísticas e indeterminísticas que constituyen la realidad objetiva; es posible obtener datos que permiten una mejor delineación del concepto de mente efímera que actúa sobre la materia estática, al proponer un modelo de interacciones inefablemente sutiles entre campos infinitesimales de energía que ocurren en el espacio cuántico 10.
    La mente autoconsciente,  (http://knol.google.com/k/mente-autoconsciente-y-conciencia)  de un modo semejante a los conceptos expuestos por Sheldrake sobre la entelequia del embriólogo alemán Hans Driesch, “ordena los sistemas físicoquímicos ejerciendo una influencia física sobre sucesos indeterminados dentro de los límites estadísticos establecidos por la causalidad energética, para lo cual debe estar configurada dentro de un marco espacio-temporal”. La entelequia adquiere dicho carácter de una forma interaccionista 11.
    Se dice que mientras Heisenberg trabajaba en la teoría cuántica, fué invitado a dar unas conferencias en India y sostuvo una serie de entrevistas con Rabindranath Tagore, en las cuales se trató sobre filosofía hindú que le llevaron a concluír que estas ideas nuevas sobre la teoría cuántica no eran tan absurdas. Niels Böhr tuvo una experiencia semejante cuando visitó China 12.
Rabindrannath Tagore y Albert Einstein
La afirmación de que las visiones de la realidad de la física y el misticismo son semejantes, es una generalización excesiva como lo menciona Jeremy Berstein, -citado por Wilber- basada en el uso de semejanzas accidentales del lenguaje, sin que sea prueba de conexiones arraigadas entre ambos 13.
 
    Si se define al misticismo de acuerdo a Emerson como una identidad conciente con la fisiosfera, la biosfera y la noosfera, surge una postura de unión mística de materia, vida y cultura, no solo una inmersión del yo en la biosfera que excluye la cultura y tendría de algún modo, visos de dualismo y egocentrismo 14.
    Si bien los sujetos y los objetos reales en los distintos espacios son de forma natural y apropiada, diferentes de una cultura a otra, las estructuras profundas en sus espacios míticos, racionales y transpersonales –donde se ubicaría lo místico cursiva mía- se comportan como rasgos transculturales invariantes en un nivel profundo de abstracción. La mente humana cultiva los mismos conceptos, imágenes y símbolos a nivel universal, el espíritu humano cultiva intuiciones universales de lo divino y estos significados desarrollados, según Ken Wilber, se muestran de una forma reconstruíble15.
Fritjof Capra refiere como estas semejanzas pueden parecer superficiales, pero cita el ejemplo de como Einstein reconoció el continuum cuatridimensional del espacio – tiempo, y como surgió a partir de este concepto la equivalencia de la masa y la energía, concepto que ya aparece descrito en elbudismo Mahayana, cuando describe  la interpenetración del espacio y el tiempo y al considerar los objetos como acontecimientos, con una tendencia a existir. La doctrina kegondel budismo Mahayana intenta comprender al universo como “algo dinámico, cuya característica  es moverse siempre hacia adelante, estar siempre en movimiento, ese movimiento que es la vida”, según lo afirma D.T. Suzuki, citado por Capra 16.
Capra considera como «al mirar este tipo de consistencias, se observa que las semejanzas no son casuales» 17.
    El comentar sobre los paralelismos entre la mecánica cuántica  y la conciencia, como lo refiere el psiquiatra Roger Walsh, puede conducir a pensar que habrá convergencia de los particulares modos de conocer de estas dos disciplinas en alguna coordenada común de la realidad. Las características inherentes de cada uno de estos modos de conocimiento, de la física y de las neurociencias con el enfoque particular de la conciencia pueden ser interdependientes e interpenetrantes, pero teniendo en cuenta que las propiedades de la conciencia no pueden ser reducidas a las de la materia física.
Es importante tener en cuenta que la mecánica cuántica y la conciencia son conocidas por sus enfoques epistemológicos diferentes -por ser ambas relativas al conocimiento de mundos diferentes-, es decir, la contemplación -en el caso de la conciencia- por oposición a la percepción sensorial y al razonamiento conceptual -en el caso de la física- 18.
    El abanico de los estados de conciencia se empieza a ver como uno con mayores componentes en relación a los previamente establecidos y cuyas fronteras se extienden desde los estados anormales planteados por  la neurología clínica, hasta los estados vigílicos y otros denominados «superiores», planteados por diferentes ramas de la psicología, como la transpersonal y la humanística.

Los estados superiores de conciencia

Los estados superiores de conciencia se caracterizan por englobar no solamente las capacidades habituales, sino que van acompañados de un particular estilo de vivencia denominado «estado de trascendencia» que va más allá de los límites acostumbrados de percatación e identidad, aunque su conocimiento limitado se atribuye a las limitaciones de la comunicación en cada estado. Según esta afirmación, las diversas funciones y capacidades de un estado de conciencia, o cada uno de los estados de conciencia del abanico propuesto -por dar un ejemplo, el vigílico- no son comprensibles en otro estado diferente. El conocimiento de un estado solo es comprensible dentro de ese estado 19.
   Cada estado de la conciencia o nivel, implica un muy particular sentido de experiencia o vivencia para ese nivel, que va desde la experiencia trascendente hasta la identidad personal. El espectro de la conciencia que propone la philosophia perennis y lapsychologia perennis -de las que se habla más adelante- es coincidente con el descrito con el uso de las sustancias psicodélicas, según lo reportado por Stanislav Grof. Muchos de estos hitos sobre la concepción de la conciencia a la luz de los datos actuales se tienden a ver no solamente per se, sino en relación al proceso de salud / bienestar del hombre.
 Crédito de imagen:
    Georg Cantor fué un matemático de mediados del siglo XIX, quien demostró que en un segmento dado hay más que un número infinito de puntos, para llenar completamente el segmento se necesita un número de puntos que el infinito, el número aleph (À).
    Cantor creó una secuencia de infinitos de diferente tamaño: el más pequeño era el conjunto de los números naturales{1,2,3,4,5 …}, al cual Cantor llamó À0 (aleph-cero). Se dice que un conjunto infinito dado tiene el mismo tamaño o cardinalidad que À, si sus elementos pueden ser enumerados sistemáticamente, del modo 1,2…, o 2, 4…, como en la columna A. Este número es igual a todas sus partes, si se dividiera el segmento en diez partes iguales, habría tantos puntos aleph en las partes como en el todo: esto se comprende si se mira la figura a continuacíón, descrita por John Barrow:

Las relaciones descritas con las flechas entre los números de la columna B muestra que se puede contar una por una las fracciones racionales, que del mismo modo que los números naturales, son un conjunto infinito (esta propiedad de enumeración sistemática de acuerdo por ejemplo, al orden de las flechas es la llamada cardinalidad): llama la atención que entre los espacios de los números naturales, hay fracciones densamente empacadas entre ellos: al enumerar las fracciones racionales de la columna B contenida en los números naturales a través de la secuencia de las flechas 1/1, 2/1, 1/2, 1/3, 2/2, 3/1, 4/1, 3/2, 2/3, 1/4, 1/5, 2/4 y así sucesivamente, muestra que se produce un salto en tamaño porque se encuentran más fracciones que enteros y existen infinitos pares de números como números.

Si se construyera un cuadrado, habría tantos puntos en la superficie como en el segmento, y si se hiciera un cubo, habría igualmente tantos puntos en el volumen como en el segmento y así sucesivamente, hasta el infinito. Si se multiplica un aleph por otro aleph, el resultado es aleph. En la matemática del transfinito que estudia los aleph, la parte es igual al todo. Para ir más allá de aleph, se eleva este número aleph a la potencia aleph y así sucesivamente, obteniendo órdenes de aleph cero, uno, dos, hasta el infinito. Cantor planteó la cuestión de si existen infinitos conjuntos de tamaño intermedio (los À de orden cero, uno , dos, etc), lo cual es la denominada hipótesis del continuo. La cuestión de saber si existe un verdadero continuo en la realidad es un viejo dilema de la filosofía natural, relacionado a la luz de los conocimientos de este tiempo, con un área de interacción entre la física fundamental y las cuestiones fundacionales concernientes al infinito 20. Thomas Bradwardine de Canterbury (1290?-1346), el “Doctor Profundus”, en su obra “Tractatus de Continuo” – Tratado del Continuo, propuso “que en la línea no habría átomos puntuales sino más bien una colección indefinidamente grande de continuos. John Barrow afirma que la realidad física si bien es fundamentalmente matemática, no utiliza la totalidad de la aritmética y podría de hecho, ser una rama “decidible” de la matemática que no es tan rica como la aritmética. Y aunque pueda parecer que “el Universo hace uso de toda la parafernalia de la aritmética, al hacerlo nuestras versiones de sus leyes matemáticas de la naturaleza, es posible que solamente se deba a que estas versiones no son la representación más elegante y económica de las verdades que contienen” 21.

    Banach y Tarski, dos matemáticos polacos contemporáneos al hablar sobre lógica matemática, toman elementos de las matemáticas transfinitas para plantear una paradoja que lleva su nombre, y es una forma particular de aplicación de las matemáticas transfinitas. Según esta paradoja, es posible tomar una esfera de dimensiones normales, por ejemplo, una pelota de tenis o una manzana que al cortarla en rodajas y volverlas a juntar, diera una esfera tan pequeña como un átomo o tan grande como un sol. Aunque la operación no se ha podido realizar físicamente porque el corte debe hacerse siguiendo superficies especiales que no tienen plano tangente, se acepta desde el punto de vista teórico, si bien estas superficies no están presentes en el universo manejable, los cálculos efectuados sobre ellas son reales y eficaces en el universo de la física nuclear, y son objeto de estudio por las matemáticas transfinitas. Los neutrones se desplazan siguiendo curvas que no tienen tangente.
    Curiosamente este conocimiento de Occidente coincide con el de la técnica de yoga Samadhi, según la cual los practicantes declaran que les es posible crecer hasta alcanzar el tamaño de la galaxia, o contraerse hasta la dimensión de la partícula más pequeña concebible. Aunque esta afirmación puede sonar extraña y más allá de toda lógica, su significación profunda radica en que lo que genera la conciencia tal como se ha definido podría tener un comportamiento semejante al de los átomos que encuentra su expresión tanto en el yoga Samadhi, como en la paradoja de Banach y Tarski 22

No es necesario que haya el intercambio de información de esta clase para que semejantes afinidades conceptuales se produzcan.Tomando en consideración los estados alterados de conciencia, en los cuales se podrían presentar contenidos de las características descritas -ser del tamaño de un átomo, o de un sol- podría plantearse la hipótesis de que la conciencia tenga un comportamiento atómico que tendría que ser probada con una ciencia más allá de nuestro nivel actual de comprensión.

William Tiller, hace una serie de interesantes consideraciones sobre las características de los fenómenos psicoenergéticos: 

  • Los campos energéticos parecen ser diferentes a los conocidos por medio de la ciencia convencional.
  • Los experimentos sugieren que hay un nivel de sustancia cuyas características son predominantemente magnéticas, con una tendencia más organizativa que desorganizativa, a medida que la temperatura  aumenta 23.
  • Parece haber un patrón de radiación y holograma en la energía que actúa como una fuerza envolvente a nivel físico.
Existen evidencias crecientes en los experimentos con plantas, animales y seres humanos que hay una interconexión a algún nivel de todas las cosas del universo. El espacio y el tiempo pueden ser estructuras ondulatorias en estos niveles de sustancia24. Henry Bergson se refirió al élan vital como una fuerza vital o impulso que excediendo toda descripción física, violaba las leyes de la termodinámica al actuar como una energía estructuradora y creadora.
El efecto del élan vital era el convertir la energía en estructura disponiendo del caudal de energía existente. Pero se ha debatido el élan vital con el principio que la vida se apropia de la energía, pero no añade energía a este depósito 25. Si bien estas explicaciones tienden a diverger del cuerpo aceptado y reproducible de la ciencia, la presencia de los llamados fenómenos psi ofrece un elevado número de pruebas que parecen desafiar cualquier explicación de principios físicos conocidos. El bioquímico Rupert Sheldrake refiere numerosos experimentos ideados para demostrar casos de la denominada percepción extrasensorial (PES) o de psicoquinesis que han dado resultados positivos cuya probabilidad de de millones o incluso billones contra uno. En la medida que estos fenómenos no pueden explicarse en función de las leyes conocidas de la física y de la química, desde un punto de vista mecanicista no deberían ocurrir. Pero si ocurren, Sheldrake sugiere que existen al menos dos planteamientos teóricos.
El primero consiste en la suposición que tales fenómenos dependen de leyes físicas por conocer; el segundo, en suponer que dependen de principios conectivos o conectores causales no físicos. Muchas de las hipótesis de este segundo tipo se han tejido en una trama interaccionista, dentro de las cuales caben algunos conceptos como las variables ocultas, o los universos en expansión, cuya elaboración postula que los estados mentales desempeñan un papel en la determinación de las consecuencias de procesos probabilísticos de cambio físico 26 (Cf. Colapso del paquete vector e hipótesis de múltiples mundos).
De acuerdo a la teoría del campo cuántico, este es considerado una entidad física fundamental, un medio continuo que está en todas las partes del espacio, en el que las partículas son simples condensaciones locales del campo que vienen y van, para al fin perderse en el campo subyacente. Fritjof Capra al establecer un paralelismo entre una realidad última como esencia del universo que unifica todos los fenómenos y la estructura denominada campo, cita a Albert Einstein cuando refiere sobre el campo en la relatividad general:
Podemos por tanto considerar a la materia como constituida por regiones del espacio en las cuales el campo es extremadamente intenso (…) en este nuevo tipo de fisica no hay lugar para campo y materia, pues el campo es la única realidad” 27.
El concepto del campo cuántico es la respuesta a la antigua pregunta de si la materia está  compuesta de átomos indivisibles o de un continuum básico. El campo es un continuum presente en todas las partes del espacio, que cuando se presenta como partícula tiene una estructura discontinua, de modo que estos dos aspectos en apariencia contradictorios quedan vinculados, pasando a ser parte como aspectos diferentes de la misma realidad, unificados de un modo dinámico, ya que el uno se transforma sin cesar en el otro. Un sutra budista ofrece también la fusión de estos conceptos opuestos:
La forma es el vacío y el vacío es en verdad la forma. El vacío no es diferente de la forma, la forma no es diferente del vacío. Lo que es forma es vacío, lo que es vacío es forma. 28
Podría pensarse que el campo cuántico es un frente teórico coherente que permite establecer un paralelismo entre las ideas de la física y del misticismo acerca de una realidad última, sin embargo, no hay tal. La física moderna busca una teoría de la gran unificación, que sea la síntesis de la teoría de la relatividad general -planteada por Einstein en 1915 y las teorías parciales que explican las fuerzas llamadas «débiles», «fuertes» y electromagnéticas. La teoría de gran unificación, -TGU- como la denomina Hawking29, reuniría en una sola ecuación la mecánica, la física, la biología, e incluso la psicología. La búsqueda de este marco teórico es de la mayor importancia porque sería aplicable a variables como el tiempo y la energía, la gravedad y la estructura a gran escala del universo que posiblemente permitiría explicar también la conciencia. La naturaleza no es simple en ninguno de sus planos, pero la búsqueda de simplicidad estructural que explique la “divina entraña de la realidad” ha estado asociada a la estructura misma de las partículas fundamentales y a sus interacciones, teniendo en cuenta el rol del observador. Retomemos a Hawking, cuando afirma que si se descubriera una teoría unificada completa, no implicaría que se pudieran predecir acontecimientos en general, porque aún quedaría la tarea de desarrollar mejores  métodos de aproximación para hacer predicciones útiles en situaciones de la vida real30.
Geoffrey Chew fué  el iniciador de la teoría de la “tira de la bota” o del “bootstrap”31 en la cual sugería la posibilidad de incluír explícitamente en las futuras teorías de la materia el estudio de la conciencia humana. Los descubrimientos en la teoría de la matriz-S ha llevado a Chew a tratar explícitamente con la consciencia, que han sido elaborados por David Bohm para unir la “tira de bota” con el concepto de espacio – tiempo y otros conceptos de la mecánica cuántica, para llegar a una teoría congruente de la materia de tipo cuántico-relativista, donde de acuerdo a Fritjof Capra, el punto de partida de Bohm es la idea de una “totalidad irrompible” basándose en la evidencia de las conexiones locales del experimento Einstein-Podolsky-Rosen (EPR) se convierten en la nueva fuente de formulación estadística de las leyes de la física cuántica, donde el denominado por Bohm “entretejido cósmico de relaciones”constituye un nivel más profundo no manifestado, al cual denomina el “orden implícito”, donde las interconexioones del conjunto no tienen nada que ver con la localización en el espacio ni el tiempo 32.
El intento de fusión de la relatividad general con la mecánica cuántica conduce a la teoría de las cuerdas heteróticas es el mejor, porque tiene consistencia con una multidimensionalidad mucho mayor a las cuatro planteadas clásicamente. De hecho la teoría del “bootstrap” requiere seis dimensiones, dos más allá que las cuatro del espacio-tiempo. No notamos las dimensiones adicionales a las cuatro clásicas porque al parecer la divergencia de éstas ocurre en un espacio muy pequeño, de dimensiones que podrían estar en el orden de 10-36 cm, -aunque de acuerdo a la mecánica cuántica, las fluctuaciones gravitacionales ocurren a una distancia de 10-32  cm- 33, de modo que no lo notamos y a consecuencia, desde nuestra  perspectiva de conciencia solo hay percatación de una dimensión temporal y tres espaciales, del mismo modo que tampoco somos concientes de lapsos de 0.000000003335640952 segundos, distancia equivalente a un metro en función de la velocidad de la luz 34.
    En la teoría de la relatividad general las distancias se definen en función de tiempos y de la velocidad de la luz, por ser la velocidad de la luz una constante universal. Al ver objetos en movimiento con luz estroboscópica, dan la impresión que estuvieran ocurriendo en cámara lenta. Podría hipotetizarse que si fuéramos capaces de observar la luz en su progresión metro a metro, seguramente tendríamos otro estado de conciencia, porque el tiempo sería diferente y posiblemente seríamos concientes de un nivel diferente de conexiones entre todas las cosas. Si fuéramos concientes en la esfera de los nanosegundos, ¡qué cerca estaríamos del tiempo inconmensurable de la eternidad !
Mientras los microorganismos bacterianos no fueron visibles no se podía sospechar su existencia y no se les tenía en cuenta al momento de diagnosticar una enfermedad ni los médicos tomaban medidas profilácticas cuando atendían a sus pacientes con enfermedad por microorganismos. Hoy en día es inconcebible no realizar los procedimientos para conservar las más estrictas medidas de higiene y el no incluír a las bacterias en el diagnóstico diferencial de algunas enfermedades. Cuando se desarrollan los recursos y la tecnología para evaluar lo que no está al alcance de nuestra percepción ordinaria, podemos llegar a percibir lo inimaginado. Existe una forma sutil de realidad que conjuga al mismo tiempo todas las leyes y los juegos, las teorías y principios, el tiempo y la eternidad. Marco Aurelio, el emperador romano nacido en Itálica (Sevilla) decía que :
todas las cosas son desde la eternidad de igual aspecto, que se repiten cíclicamente, y que en nada difiere que uno las vea durante cien, doscientos años o un tiempo infinito (…) es el presente sólo del que se va a ser privado, puesto que sólo se tiene éste, y lo que no se tiene no se pierde” 35. 
    Ya empezamos a darnos cuenta de la obra de arte que implica el descubrir la «divina entraña de la realidad».

Referencias

  1. Como ha sido establecido en la teoría especial de la relatividad, al combinar masa y energía en masa-energía, combinando la ley de la conservación de la materia y la ley de la conservación de la energía para formar la ley de conservación de masa-energía. Esta ley dice que las cantidad de masa-energía en el universo siempre fué y sempre será la misma. La masa podrá convertirse en energía y viceversa, pero la cantidad total de masa-energía en el universo no cambiará.
  2. &  Rojas C: El problema de la causalidad en la epistemología de Mario Bunge. Tesis doctoral – Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Filosofía y Letras. Bogotá, Junio 1980. pp. 134, 157, 159
  3. &  Weisskopf VF: Letter to article «The quantum theory and reality». Scientific American 1980; 242 (5): pp. 8
  4. &  Barrow JD: Teorías del Todo. Hacia una Explicación fundamental del Universo. Crítica, Barcelona 1994. pp. 51
  5. &  d’Espagnat B: Response to letter. Scientific American 1980; 242 (5): pp. 9
  6. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 185
  7. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Ed. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 163
  8. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 183
  9. &  Sheldrake R: Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación formativa. Kairós. Barcelona, 1990. pp 59
  10. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 163-164
  11. &  Sheldrake R: Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación formativa. Kairós. Barcelona, 1990. pp 59
  12. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 251
  13. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 184
  14. &  Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 322
  15. &  Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 311
  16. &  D.T. Suzuki: The Essence of Buddhism, citado en: Capra F: El Tao de la Física. Editorial Sirio, Málaga, 1983. pp. 245
  17. &  Wilber K, Bohm D, Pribram K, Keen S, Fergusson M, Capra F, Weber R y otros:  El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la Ciencia. 3ª Edición. Kairós, Barcelona. 1992. pp. 252
  18. &  Walsh RN: La posible aparición de paralelos interdisciplinarios. En: Walsh R, Vaughan F: Más allá del Ego: Textos de Psicología transpersonal. 5ª Ed. Kairós, Barcelona, 1991. pp. 345 – 355
  19. Como lo describeGary Zukav , la descripción de una experiencia no es la experiencia en sí, sino tan sólo una charla sobre ella.
  20. &  Barrow JD: Teorías del Todo. Hacia una Explicación fundamental del Universo. Crítica, Barcelona 1994. pp 46 – 50
  21. &  Barrow JD: Teorías del Todo. Hacia una Explicación fundamental del Universo. Crítica, Barcelona 1994. pp 51
  22. &  Pauwels L, Bergier JJ: El retorno de los brujos. Plaza y Janés Editores, Barcelona 1975. pp. 452-454
  23. Este fenómeno está en contradicción con la Segunda ley de la termodinámica. Esta ley resulta del hecho que hay siempre muchos más estados desordenados que ordenados. Para un sistema dado, a medida que el tiempo pasa el sistema evolucionará de acuerdo con las leyes de la ciencia y su estado original cambiará. En la medida del paso del tiempo es más probable que el sistema esté en un estado desordenado, más si el sistema estaba sujeto a un sistema inicial de orden elevado.
  24. &  Fergusson M: La Revolución del Cerebro. Editorial Héptada. Madrid. 1991. pp. 363 – 364
  25. &  Wartofsky MW: Introducción a la filosofía de la ciencia. 2ª Edición. Editorial Alianza Universidad. Madrid, 1983. pp.  458-459
  26. &  Sheldrake R: Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación formativa. Kairós. Barcelona, 1990. pp 39
  27. &  Capra F: El Tao de la Física. Editorial Sirio, Málaga, 1983. pp. 272
  28. &  Capra F: El Tao de la Física. Editorial Sirio, Málaga, 1983. pp. 277
  29. En 1972 se pudieron realizar los cálculos que solucionaban el problema de la síntesis de la relatividad general con el principio de la mecánica cuántica. Esta solución se denominó «supergravedad», y se consideró la mejor solución para unificar la gravedad con las otras fuerzas, que en 1984 cedió el lugar a la «teoría de las cuerdas» en la que las partículas son descritas como ondas viajando por una cuerda. Según esta, la emisión o absorción de una partícula por otra corresponde a la división o reunión de cuerdas. Pero la teoría de la división de cuerdas es consistente si el espacio-tiempo tiene entre 10 y 26 dimensiones, en vez de las cuatro usuales. Tomado de Hawking SW: La Historia del Tiempo. Crítica – Grijalbo, Barcelona. 1989 pp. 202, 204 y ss
  30. &  Hawking SW: La Historia del Tiempo. Crítica – Grijalbo, Barcelona. 1989 pp. 217-218
  31. La teoría del bootstrap es una teoría de partículas elementales en la que la consistencia lógica y  un orden como concepto nuevo  y central son requisitos esenciales.
  32. &  Capra F: El Tao de la Física. Editorial Sirio, Málaga, 1983. pp. 406-407
  33. &  Greenberger DM, Overhauser AW: The role of gravity in quantum theory. Scientific American1980; 242 (5): pp. 62
  34. En la teoría de la relatividad las distancias se definen en función de tiempos y de la velocidad de la luz, porque la velocidad de la luz es una constante universal.
  35. &  Marco Aurelio: Meditaciones (Selección) Alianza Editorial, Madrid, 1996. pp. 9 – 10

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Alejandro Melo-Florián

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