Cerebro, mente y conciencia en AMAZON
«La palabra ‘yo’ es tan fundamental y primogénita, tan llena de la realidad más aprehensible -y por tanto de la más noble- tan infalible como guía y tan rigurosa como piedra de toque, que en lugar de despreciarla, debería caerse de hinojos ante ella (…) Yo soy mi problema principal, y acaso mi único problema, el único de todos mis héroes que me importa en realidad.»
Witold Gombrowicz
La evolución de la conciencia
En los tiempos homéricos (siglos IX y X a.D.C.) la psique se concebía como “un aliento de vida” (del griego psyché: soplo, hálito), como una fuerza que mantenía en vida al ser humano y que persistía después de la muerte.
Heráclito de Efeso (540-475 a.D.C.) fué de los precursores en separar el concepto de alma de las cualidades del cuerpo y sus órganos físicos en una época en que no había límites claros entre lo animado y lo inanimado y el hilozoísmo de Tales de Mileto (etimológicamente del griego hylé: materia y zoé: vida) compenetraba la visión de una naturaleza animada.
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Heráclito de Efeso
535 – 484 aC
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Desde el punto de vista filogenético, al considerar el continuum o espectro de los diversos seres que están presentes en la Tierra, desde los organismos procarióticos unicelulares hasta el hombre, se observa que la información que se obtiene del medio ambiente es captada en la medida que tenga importancia para ese organismo, ya sea para alimentación, reproducción o evitar peligros o predadores.
Naturalmente, la pregunta de cómo apareció la conciencia en la vida es lo suficientemente difícil, donde los elementos de juicio son prácticamente inexistentes, en una forma similar a la cuestión de cómo apareció la vida.
Dado entonces quer si la historia evolutiva se aplica a la vida y la conciencia, entoncesde alguna forma tienen que existir grados de vida y de conciencia. A favor de este argumento, está el hecho que hay disminución del estado de conciencia durante el sueño y en consonancia con John Eccles, es el principal argumento que refuerza la existencia de grados de conciencia y de algún modo está igualmente relacionado con la emergencia de la conciencia 1.
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Conciencia
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Ya se había hecho referencia a Ernst Mayr (Cf. Una teoría general acerca del cerebro) cuando afirmaba sobre el surgimiento de la conciencia a la luz de la teoría de los sistemas como un fenómeno de “emergencia” 2, en el cual la respuesta principal que se puede suministrar por tener algunas pruebas a su favor, es la de los “grados de conciencia”, donde es posible atribuír a los animales dotados de un sistema nervioso central de algo similar a la conciencia, sin ser la autoconciencia, sino algo de atributos semejantes a la conciencia de un niño antes de haber aprendido a hablar.
Sin embargo, cuando el tema de laemergencia gradual de la conciencia en las especies con sistema nervioso central hasta llegar a los monos antropoides, es algo que no se puede contrastar adecuadamente por lo cual también existe la posibilidad de negar los elementos de juicio a favor de lago denominado conciencia en los animales.
Los animales no son conscientes del tiempo en el sentido que solamente viven el presente, aunque sus acciones sean susceptibles de modificación por acontecimientos pasados y aprendan de la experiencia, sin embargo la finalidad de sus acciones, su memoria, su capacidad de aprender, la organización social indican que poseen cierta conciencia, pero no autoconciencia, no al menos en la forma que sugeriría el preocuparse y ocuparse de los congéneres enfermos.
La concepción teilhardiana de conciencia es útil en cuanto la considera como un atributo presente en todos los seres.
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Teilhard de Chardin SJ; 1881 – 1955
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La utilidad intrínseca de tal idea teilhardiana sobre la conciencia es que se extrae de la clase limitada a la que pertenecen el hombre y los animales superiores, y cuando se articula con un panorama de elucidación sistemática permite desarrollarlo en gamas más amplias 3.
Ken Wilber plantea a semejanza de filósofos como Spinoza, Leibniz, Schopenhauer, Whitehead, Schelling y Radhakrisnan que dentro de las cosas, lo que él denomina “la interioridad de los holones individuales”, es esencialmente conciencia. Dejemos a Ken Wilber:
“Whitehead utiliza la palabra ‘aprehensión’ para describir el contacto y por tanto ‘el sentimiento’ de un objeto por parte de cualquier sujeto, sin importar lo primitivo que sea, pues también incluye a los átomos (…) Spinoza usa la palabra ‘cognición’ para referirse al conocimiento de un suceso desde dentro, y “extensión” o materia (como discípulo cartesiano, la usa en el sentido de la materia como res extensa, todo aquello que ocupa un lugar en el espacio) para el conocimiento del mismo ‘desde fuera’. Leibniz usa ‘percepción’ para el interior de su mónadas (holones) y ‘materia’ para el exterior (la materia en la acepción de una apariencia vacía de realidad sustancial). Teilhard lo expresó de forma muy simple: ‘el dentro, conciencia, espontaneidad’ ” 4.
Ken Wilber afirma que el “dentro” de las cosas es conciencia, mientras que el “fuera” de las cosas es forma.
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Ken Wilber
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Se dejará de lado si los holones básicos de Wilber tienen o no formas rudimentarias de conciencia, porque no importa hasta que punto se quiere “descender” en la conciencia, ya que lo importante no es donde se traza la línea divisoria, sino que, como Wilber lo afirma, “la línea misma implica fundamentalmente una distinción entre lo interno y lo externo” 5.
La siguiente tabla modificada de Wilber, ilustra como en cada holón o sistema hay un estado de conciencia.
Tabla: La conciencia emergente de los holones individuales
Atomos Aprehensión
Células Irritabilidad
Organismos metabólicos Sensación rudimentaria
Organismos neuronales Percepción
Peces/anfibios Percepción impulso
Reptiles Impulso
Paleomamíferos Emoción, imagen
Primates Símbolos (Conceptos ?)*
Humanos Conceptos
* Aunque la diferencia entre los primates y los humanos de acuerdo a Wilber es que en los humanos el neocórtex es complejo, se interroga el manejo de conceptos por el neocórtex de los primates por el informe de lenguaje gestual en diferentes primates. (Cf. Lenguaje – Generalidades)
Tomada con modificaciones de: Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 135
La búsqueda por la estructura y el caracter de la experiencia consciente muestra que la consciencia puede ser considerada como una entidad irreductible que existe a un nivel fundamental y desde un punto de vista holonómico no puede ser comprendida como la suma de partes más simples 6.
Al tratar concretamente de aquellos animales en los cuales los órganos sensoriales y sus respectivos sistemas nerviosos en los cuales ciertos tipos de estímulos desencadenan ciertos tipos de respuesta, se observa que el procesamiento de los estímulos no se limita solamente a los que se reciben del mundo exterior, sino que también se tiene en cuenta el estado interno del organismo.
De modo que las señales de origen interno y externo influyen conjuntamente sobre el comportamiento, pero esto equivale a un tipo de automatismo que en algunos animales inferiores es rayano en rudimentos de memoria y en los animales superiores ya se observan más estrechamente vinculadas.
En este estadío de la evolución se presenta una nueva frontera, en la cual se transciende la esfera de las respuestas determinadas genéticamente hacia una en la cual las respuestas dependen del procesamiento de la información en el sistema nervioso.
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Representación de un holón como totalidad – parte
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De acuerdo a los holones individuales de Wilber, a mayor profundidad, mayor conciencia, que Teilhard expresa en su “ley de la complejidad y la conciencia” cuando propone “cuanto más de la primera, más de la segunda”, lo cual equivale a afirmar que los conceptos trascienden e incluyen a los símbolos, los símbolos a las imágenes y así sucesivamente, sin que nada de esta trascendencia tenga que ver con la extensión física 7.
En el largo camino seguido hasta el desarrollo de la conciencia, el polvo de estrellas transformado en la materia orgánica, sometido a la alquimia del proceso de evolución y de selección natural se transformó en el hombre; este hombre partiendo de su propio psiquismo al interrogarse a sí mismo sobre sus orígenes y permitir que el cosmos se conozca a sí mismo -parafraseando a Sagan-, marca un hito evolutivo cuando aparecen en su sistema nervioso una serie de estructuras «moldeables», es decir, sectores sin una estructuración definitiva, dotados de la capacidad de configurarse a sí mismos.
Con la aparición de estas regiones en los cerebros, determinados estímulos sensoriales que antes se limitaban a pasar rápidamente por el cerebro, ahora podían dejar huella tras de sí. A partir de este hito, el mundo exterior dejaría de ser siempre el mismo e iba a permitir a los animales trascender los límites del tiempo. Al escapar de los límites del presente, los animales descubrireron una nueva dimensión en su existencia, una que trascendía el aquí y ahora que percibían sus sentidos. Y aunque todas sus células portaban el mismo ADN que sus predecesores, su cerebro, su sistema procesador de datos no se diferenciaba en nada del de sus congéneres.
Rol de los sistemas aferentes
Desde el punto de vista puramente neurológico, existe el sistema denominado por los neuroanatomistas House, Pansky y Siegel, «aferente somático general«, cuya finalidad es la transmisión de información al sistema nervioso relacionada con los cambios ambientales.
Esta información posibilita hacer ajustes inmediatos y automáticos frente a alteraciones en el medio ambiente, como cambios extremos en la temperatura que fueran lesivos para el organismo, o mensajes relacionados con la presencia de material alimenticio.
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Medusa, celenterado que ejemplifica sistema nervioso primitivo
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Este sistema se distribuyó inicialmente como las «ramas aferentes de arcos reflejos, de los cuales dependía el animal para sobrevivir» 8.
Aunque en este nivel todavía no se puede hablar de la emergencia de la conciencia cualitativamente como tal, sería pertinente considerar que las señales ambientales influyendo en estos seres con sistemas neurales primitivos para conseguir la calma de pulsiones, como la del «hambre» y la búsqueda de la pareja para la perpetuación de la especie, originaran un estado semejante a la «atención», que Popper sugiere como una experiencia que se derivaba de aquella primitiva del dolor y del placer y que fenoménicamente asemeja a la conciencia.
Las vías de tipo ascendente o sensitivo -mal denominadas conscientes- se construyen sobre la base de un sistema de reflejos pre-existentes, que luego permitirán la representación de un espacio personal en la forma de un mapa cortical de la sensibilidad táctil de la superficie corporal, que luego sufrirá una serie de modificaciones para elaborar una representación más compleja, conocida comoespacio peripersonal, que en aquellos animales con capacidad de prehensión incluye los objetos más allá del alcance de la mano 9.
Estas representaciones luego dieron lugar a representaciones imaginadas y recordadas, que luego se descubrió que podían ser modificadas. El fin fundamental del sistema sensorial es captar y emitir señales al sistema nervioso central mediante impulsos o mensajes que a modo de un código, logran transmitir la intensidad del estímulo.
La transmisión nunca es directa, sino que se hace sucesivamente a través de una serie de relevos sinápticos que modifican el mensaje, de modo que el sistema nervioso central acaba recogiendo una imagen codificada muy distorsionada de los estímulos periféricos.
Se puede considerar entonces que estas líneas de trasnmisión de la información se ocupan de la conversión del estímulo original en sucesos neuronales que pueden ser manejados a nivel de la corteza cerebral.
El neuro fisiólogo John C. Eccles, al tratar sobre la percepción consciente, se apoya en la interesante evidencia experimental aportada por los hallazgos de Libet, y le cita cuando refiere que “la sensación consciente no tiene lugar en el mismo instante en que el mensaje neuronal llega a la corteza cerebral”, sino que hay un período de incubación o latencia relativamente prolongado, que dura alrededor de 500 milisegundos, período durante el cual ocurre una progresiva complejización y expansión de los patrones neuronales, hasta el momento en que alcanzan el nivel adecuado para actuar a través de la línea de separación existente entre el cerebro y lamente autoconsciente, “si bien se ha visto que la mente autoconsciente es capaz de adelantar la percepción de modo que puede verse que ocurre hasta 500 milisegundos antes del desencadenamiento de los sucesos neuronales” 10.
Una vez entonces los patrones neuronales alcanzan -de acuerdo a lo propuesto por el físico cuántico Margeneau- un comportamiento análogo al de un campo cuántico de probabilidad que no posee masa ni energía, su perspectiva interaccionista propone una interacción cerebro-mente análoga a la del campo de probabilidad de la mecánica cuántica 11, al causar una acción eficaz en microespacios, como lo es la rejilla vesicular presináptica (Cf. Hipótesis de interacción entre cerebro y mecánica cuántica capítulos 15 y 16 de este libro http://knol.google.com/k/alejandro-melo-florián/15-la-mecánica-cuántica-y-la-concepción/3sktw3ldc86j2/77 )
Para Antonio Damasio, el desarrollo de la mente implicó el desarrollo derepresentaciones -que se podrían considerar homologables a los símbolos descritos por Hofstadter a propósito de los hipotéticos complejos neurales que pueden ser latentes o activados- de las que se podía ser consciente, como imágenes, lo cual brindaba a los organismos una vía para adaptarse a las circunstancias del ambiente que no habían podido preveerse en el genoma. La base de esta adaptabilidad comenzó con la construcción de imágenes del cuerpo en funcionamiento tanto internamente, como externamente en respuesta al medio ambiente.
Estas representaciones permitieron el desarrollo y la supervivencia del cuerpo, de tal manera que cuando aparecieron los organismos capaces de pensar, los primeros pensamientos fueron sobre el cuerpo, de modo que las representaciones del mundo externo se hicieron como las modificaciones causadas por el medio ambiente externo en el cuerpo 12.
Uniendo los conceptos sobre el sistema aferente somático general y las representaciones primordiales, se puede decir que las aferencias o entradas sensitivas representan en el cerebro los diferentes estados de regulación bioquímica, concretamente en el tallo cerebral y el hipotálamo;
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Tallo cerebral
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la representación de las vísceras, incluyendo los órganos de la cabeza, el tórax, el abdomen, la masa muscular y la piel -funcionando como un órgano que constituye la frontera del organismo- y por último, la representación del estado musculoesquelético y su potencial para realizar movimientos en diferentes zonas de la corteza cerebral.
Todas estas representaciones se distribuyen por diferentes regiones del cerebro, están coordinadas por conexiones neurales, que en el caso de la piel y las estructuras músculo-articulares juegan un papel de importancia en asegurar dicha coordinación.
De tal manera, el mapa dinámico del organismo que parte de un esquema corporal y de una frontera corporal, es posible por la participación de varias áreas del cerebro, que interactúan mediante pautas coordinadas de actividad neural.
La representación sensorial de todas las partes con un potencial de movimiento suele conectarse a diferentes lugares y niveles del sistema motor susceptible de producir actividad muscular, de modo que el mapa corporal es de tipo somato-motor. Este dispositivo hace posible la localización aproximada del dolor, con todas las consecuencias beneficiosas que permite el dolor en cuanto a evitar exposición prolongada a estímulos ambientales adversos 13.
El mecanismo neurológico aferente que asimila las experiencias ambientales hizo posible un gran registro de gamas sensoriales que contribuyó al perfeccionamiento de los mecanismos automáticos del cerebro y que paralelamente con el desarrollo de la nueva capacidad de registro de las neuronas «moldeables» produjeron una multiplicación de la información neuronal, sin la necesidad de cambios a nivel del ADN, puesto que el hombre, así como los demás mamíferos tienen la misma cantidad proporcional de ADN, que es del orden de 7×10-12 gramos por núcleo celular 14.
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Nuestra capacidad de percepción sensorial abarca
desde el espectro de estímulos muy finos
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En los estadíos primitivos del desarrollo del cerebro aquellos sectores que manejan la información procedente del exterior están estrechamente vinculados a los procesos de estímulo-respuesta determinados genéticamente en el sistema nervioso. Este es un fenómeno que se presenta en los insectos, en los cuales se combinan los circuitos programados con la información adquirida.
Un ejemplo interesante se presenta en las avispas de arena, de las cuales se conoce que «recuerdan» la situación de sus nidos, puesto que vuelven a ellos una y otra vez sin problemas.
Pero en un experimento en que se cambia de posición la vegetación circundante conservando la disposición inicial, la avispa al regresar buscará sus nidos en la nueva zona donde deberían estar de acuerdo a la disposición de la vegetación.
De lo cual se puede deducir que la avispa de arena tenía grabada una imagen óptica de la disposición de sus nidos 15. Pero la grabación permanente de las percepciones sensoriales no supone una ventaja para el organismo, porque conlleva el peligro de confundir el pasado con el presente y de realizar siempre el mismo comportamiento bajo circunstancias diferentes.
Con el fin de trascender la esfera genéticamente predeterminada del estímulo-respuesta, el cerebro desarrolló la capacidad de poder tener en cuenta las experiencias vividas para decisiones posteriores, lo cual abrió un enorme campo de posibilidades. Por supuesto, se está aludiendo a la memoria.
Desde el punto de vista de la etología, en virtud de esta capacidad de conservación de la información un animal puede volver a encontrar su madriguera, un abrevadero, o conocer las zonas de peligro donde existen predadores.
El rol de la memoria
La memoria es uno de los pasos que permite recorrer el camino de la evolución a esferas más elevadas, aprovechando la experiencia que ofrece diferentes objetos y acontecimientos que casi siempre son dados en contexto y conexión, raramente en forma aislada o inconexa. Así, el animal es capaz de reconocer sus zonas, y no solamente eso, sino que las puede reconocer desde cualquier ángulo.
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Mnemósine, la deidad griega de la memoria.
Titánide hija de Gaia y Urano, madre de las 9 musas
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Y puesto que cada animal vive en un ambiente diferente y recibe estímulos diferentes, la información genética le facilita la disposición de circuitos neuronales «moldeables» a los que el medio ambiente les dará su modelo de conexión definitiva.
A partir de este momento, el establecimiento de conexiones en las zonas moldeables configura la individualidad como única e irrepetible debido a la naturaleza particular e irrepetible de los estímulos externos para cada individuo y pemite que este ser sea diferente de los otros.
¿Cómo permitió el sistema genético que algunas neuronas no tuvieran todas sus sinapsis determinadas de antemano?
Tal parece que hubo alteraciones fortuitas del ADN, cuya codificación era que en determinadas zonas del sistema nervioso los axones de las neuronas establecieran igualmente conexiones fortuitas.
Estas conexiones permiteron el aumento de la información que manejaba la red neuronal, sin que fuera necesario necesario aumentar la información contenida en el ADN.
Lo esencial del proceso en estas zonas cerebrales especiales radica en las sinapsis, ya que al ir repitiendo un patrón de estimulación, las sinapsis adquierieron una mayor capacidad de transmisión de señales. Cuando un camino se ha transitado muchas veces, es más fácil el recorrido en él.
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Estructura de sinapsis
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En la evolución de la transmisión sináptica química pronto se desarrollo un mecanismo para el control de la emisión vesicular porque la rejilla vesicular presináptica limitaría la rata de exocitosis a menos de una por impulso, ya que la activación de las sinapsis a una frecuencia muy alta podría agotar rápidamente las reservas del axón. Por ejemplo, a nivel de la sinapsis neuromuscular que requiere una gran cantidad de neurotransmisor, solo se liberan aproximadamente unas cien vesículas sinápticas por impulso.
Una vez que la repetición constante de estímulo establece un «canal de estimulación», los estímulos que desencadenarán la respuesta del circuito o canal serán cada vez menores. De este modo, la estructura neuronal moldeable habrá adquirido una configuración determinada, y equivaldrá a un circuito ya conocido, dando origen al engrama.
Surgimiento del engrama
El engrama es una vía o canal de excitación de las neuronas en los cuales se construyen las «imágenes» del mundo exterior. Pero no hay que olvidar que estas representaciones son engendradas en el cerebro sobre la base del reconocimiento de las fronteras corporales y las pautas de movimiento en el ambiente. Aunque existe una realidad externa lo que conocemos de ella nos llega a través del cuerpo propiamente dicho, a través de las representaciones de sus altibajos con el medio ambiente externo, lo que brinda consistencia en las construcciones o representaciones de la realidad que nuestro cerebro hace y comparte 16.
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Fotografía por Gary Lynch, profesor de psiquiatría en la Universidad de Irvien.
Cambios en las sinapsis del hipocampo cuando ocurre potenciación de largo término
Crédito de imagen
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Hay que agregar que la configuración del circuito no se asemeja al objeto o situación que representa, pero es la que siempre se activa del mismo modo en respuesta a la influencia del mundo exterior que la configuró.
Las múltiples capacidades del sistema nervioso central se pueden considerar como surgidas debida a la interacción entre los circuitos neuronales determinados genéticamente y aquellos «engramas» o representaciones surgidos epigenéticamente de la relación con el medio ambiente. Se puede considerar que el doble sistema compuesto por la codificación genética y la información proveniente del medio ambiente como un «sistema de información intelectual«.
Dicho «sistema de información intelectual» parte de una base biológica del sistema nervioso central en que la estructura del cerebro es la base para los registros de la información intelectual.
Camino a la complejidad en los procesos cerebrales
El proceso de selección natural favoreció la ampliación de la capacidad de registro del cerebro y favoreció el desarrollo de la flexibilidad en las reacciones, de forma que en el sistema nervioso se concedió progresivamente más atención a una mayor cantidad de factores externos, volviendo cada vez más y más complejos los procesos cerebrales.
De esta manera, a partir de las aferencias y de la interpretación de los estímulos y las respuestas surgieron pautas comportamentales cuya complejidad fué creciente a lo largo de la escala filogenética: los instintos surgen como procesos automáticos programados genéticamente que suelen ser activados por circunstancias externas. Aunque las circunstancias externas pueden hacer que los procesos del individuo se desarrollen en una u otra dirección, no puede haber alteración del programa. El animal no puede hacer su destino.
El programa genético y el medio ambiente se hallan estrechamente interrelacionados, ya que incluso las facultades más elevadas del cerebro dependen estrechamente de la interrelación entre la codificación genética y el «sistema de información intelectual». Pero, ¿dónde empieza realmente la actividad del pensamiento?
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Pensamiento lógico-matemático
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La dificultad en la respuesta de como surge el pensamiento radica en que en los procesos cerebrales de las zonas «moldeables», participa algún grado de la programación genética, y quizá haya una interacción a partes iguales con el medio ambiente, configurando así un punto de vista epigenético, sostenido por autores como Aitken y Trevarthen (Cf. La corteza nueva y la interacción social).
En forma general, se puede decir que en todo momento se están produciendo mutaciones en la dotación genética, que en alguna oportunidad serán de utilidad, en otras ocasiones conlleva a pérdida de funciones y la selección natural se encarga rigurosamente de cribar tales mutaciones y rechazarlas.
Por otra parte, son desconocidos muchos de los aspectos del comportamiento de los homínidos y como Eccles lo menciona, hay muy pocos estudios sobre el desarrollo del cerebro en estas especies, que se desarrollan en un período que cubre varios millones de años.
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Espiral de ADN
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El desarrollo progresivo de los primates partiendo de rasgos nuevos, por ejemplo, la marcha bípeda, el quedar con las manos en libertad, supuso una importante ventaja evolutiva en los homínidos que evolucionó también concomitantemente con toda su maquinaria neural.
Estos fenómenos ocurrieron aproximadamente hace nueve o diez millones de años, cuando se produjo la división de la familia de póngidos y homínidos y hubo un período de desarrollo durante un lapso de aproximadamente cinco millones de años, período en el cual hubo una serie de homínidos intermedios entre los primeros hominoides arbóreos y el Australopithecus
Referencias
- & Popper KR, Eccles JC: El Yo y su cerebro. 1ª Ed, 2ª Reimpresión, Editorial Labor Barcelona, 1985. pp. 492
- La aparición de nuevas características en las totalidades ha sido llamada emergencia. La emergencia ha sido invocada a menudo para explicar fenómenos tan difíciles como la vida, la mente o la conciencia. En: & Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 64
- & O’Manique J: Energía en evolución. Editorial Rotativa. Barcelona 1972. pp. 127
- & Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 133
- & Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 134
- & Chalmers, DJ (Ed. ): The conscious mind: In search of a fundamental theory. New York 1996. Oxford University Press
- & Wilber K: Sexo, Ecología, Espiritualidad. El alma de la evolución. Volumen I Gaia Ediciones, Madrid 1996. pp. 136
- & House A, Pansky B, Siegel A: Neurociencias. Enfoque sistemático. 1ª Edición en Español. Edit. McGraw-Hill, México D.F. 1982 pp. 138
- & Kandel ER, Schwartz JH, Jessell TM: Essentials of Neural Science and Behavior. Appleton & Lange. 1995. pp 324
- & Popper KR, Eccles JC: El Yo y su cerebro. 1ª Ed, 2ª Reimpresión, Editorial Labor Barcelona, 1985. pp. 282
- & Eccles JC: La evolución del cerebro: la creación de la conciencia. Editorial Labor, Barcelona. 1992. pp. 179
- & Damasio AR: El Error de Descartes. Critica-Grijalbo. Barcelona, 1996. pp. 213
- & Damasio AR: El Error de Descartes. Critica-Grijalbo. Barcelona, 1996. pp. 215
- & Bresch C: La vida, un estadío intermedio. Biblioteca Científica Salvat. Barcelona, 1987. pp. 153
- & Bresch C: La vida, un estadío intermedio. Biblioteca Científica Salvat. Barcelona, 1987. pp. 158
- & Damasio AR: El Error de Descartes. Critica-Grijalbo. Barcelona, 1996. pp. 218
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