23. Sobre agresión e impulsividad
23. Sobre agresión e impulsividad
La agresividad es una parte integral de la conducta social, su emergencia en estadíos tempranos de la vida tiene valor individual para asegurar una posición en el núcleo familiar y posteriormente en un círculo social.
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Agresión e impulsividad
No hay una definición universal de la agresión humana, aunque su interés desde el punto de vista nosológico distingue los actos agresivos impulsivos de los no impulsivos. Algunos investigadores creen que la agresión es el resultado de un instinto innato de lucha, mientras que otros consideran que la agresión es aprendida, en lugar de ser una conducta innata 1.
La agresividad es una parte integral de la conducta social, su emergencia en estadíos tempranos de la vida tiene valor individual para asegurar una posición en el núcleo familiar y posteriormente en un círculo social siempre creciente.
Sin embargo, el grado en el cual la conducta excesivamente agresiva es tolerada, tiene límites variables entre las diferentes culturas, en la mayoría de las sociedades civilizadas conductas como los “berrinches” infantiles, las reacciones de ira y la destructividad no se toleran, siendo uno de los objetivos de la educación la supresión y la sublimación de tal conducta.
Elementos de la agresión impulsiva
La agresión impulsiva de acuerdo al psiquiatra Ernest S. Barrat incluye tres clase de actos agresivos:
1) Actos premeditados, conscientemente ejecutados, o actos agresivos planeados; 2) Agresión como síntoma de un trastorno médico; 3) Agresión impulsiva: con un mínimo detonante, se desencadena agitación psicomotriz que culmina en un acto agresivo durante la agitación; la comunicación personal es ineficiente y existen déficits en el proceso de información 2.
Desde el punto de vista puramente médico, la agresión es una enfermedad, que se clasifica como un “trastorno explosivo intermitente” aunque requiere de una mejor definición.
En los casos de agresión impulsiva, generalmente hay un patrón de comunicación ineficiente, sumando a falta de control en los impulsos, relacionados en parte con disfunción del lóbulo frontal, unido a un alto nivel de ira y hostilidad que conduce a agitación, unido también a déficits en las habilidades verbales, relacionado con disfunción de los lóbulos temporal y parietal. Lewis, citado por Barratt, cita como:
“(…) cuando coexisten impulsividad, hipervigilancia y extensos déficits cognoscitivos, se ha alcanzado un nivel psicofisiológico para que ocurra violencia”
Es interesante anotar como Raine y Scerbo -también citados por Barratt-, refieren que ha habido poco interés conceptual en el tema de como la violencia no difiere sustantivamente del crimen.
Ira y hostilidad
Dos de los rasgos de personalidad que más se asocian con la agresión son la ira / hostilidad y la impulsividad, como se ha demostrado en prisioneros con agresión impulsiva.
La ira se puede definir “como un estado emocional que usualmente precede a un acto agresivo”; los estados de ánimo que cursan con ira generalmente no tienen un buen funcionamiento cognoscitivo en el procesamiento de la información; por su parte, la impulsividad también altera el procesamiento de información.
La impulsividad, así como los brotes de ira y violencia, son algunos de los principales rótulos de la conducta sociópata, que característicamente, no siente remordimiento una vez cometido el acto antisocial.
Actividades antisociales y agresividad
Las actividades antisociales más frecuentes que comete un sociópata incluyen robo, incorregibilidad, huídas nocturnas de casa, asociaciones con personas inadecuadas, peleas a repetición, relaciones sexuales indiscriminadas, falta de control, vandalismo, abuso de drogas y alcohol y por último, incapacidad de conservar un trabajo.
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Concepto sobre personalidad antisocial
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Estas inician desde la infancia y disminuyen progresivamente en la edad adulta, aunque en los grupos de adultos sociópatas las manifestaciones antisociales suelen ser las mismas que presentan en la infancia.
El modelo epigenético en que el desarrollo de las características individuales del sistema nervioso depende del medio externo, parece darse también en la sociopatía.
Cadoret y colaboradores -citados por el neurólogo Raymond Adams-, han presentado evidencia en favor de la interacción genética y ambiental en el desarrollo de conducta antisocial en el adolescente, al describir como en hijos de padres antisociales dados en adopción desde el nacimiento, hubo conducta antisocial 3.
La anatomía funcional de los estados de ira y agresividad tiende a mostrar que tanto en animales como en humanos hay participación de los lóbulos temporales. En humanos, la estimulación de los núcleos amigdaloides corticomediales evoca un cuadro de ira; por el contrario, la destrucción bilateral del complejo amigdaloide reduce la agresividad.
Las lesiones en el núcleo dorsal medial que recibe proyecciones del núcleo amigdaloide, confieren mayor docilidad y placidez al comportamiento de seres humanos.
Las hormonas sexuales influencias las actividad de los circuitos temporales, así, la testosterona promueve la agresividad, mientas que el estradiol la suprime, lo cual sugiere una explicación en la diferente tolerancia y predisposición de los sexos hacia la ira.4
Referencias.
- & Fadem B: Behavioral Science – Board Review Series. 2nd Edition. Harwal Publishing. Philadelphia, 1994. pp. 157
- & Barratt ES, Stanford MS, Kent TA, Felthous A: Neuropsychological and cognitive psychophysiological substrates of impulsive aggresion. Biological Psychiatry 1997; 41: 1045-1061
- & Adams RD, Victor M, Ropper AH (Eds): Chapter 25. The limbic lobes and the neurology of emotion. En: Principles of Neurology. Sixth Edition. McGraw Hill. New York, 1997. pp. 1525
Recursos en la web sobre agresión e impulsividad
Jim Fallon: Exploring the mind of a killer en TED
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